Esto se puede expresar, bajando al pasado cuando era PRD y era elegido por el voto popular para dirigir los destinos del país, en ese mismo momento comenzaban las relativas internas que sentaban las condiciones para ser desalojado del poder, retornando a la oposición donde se sentían bien y cómodo enarbolando la frase del gran timonel Peña Gomez que decía que en la oposición sí lo sabían hacer, obviando el principio de los Abigaeles cuando decían que mejor arriba con presión que abajo con depresión.
Ya comienzan a sonar los tambores de la incomprensión y el divisionismo, que aparentemente envían señales de que se aprecia más al de afuera que al de adentro para que tome el mando, olvidándose de la frase de los mexicanos que expresa que nuestro vinos es agrio pero es nuestro vinos.
Solamente en el PRM no se ha podido vencer aún ese germen de la autodestrucción, que aparentemente lo hacen sentir bien cuando tienen un fiasco, aberración esta que luce más fuerte que la maldición del Bambino.
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