Gran amenaza pende sobre el Partido Revolucionario Moderno en los actuales momentos, y el temor es que caiga en la modalidad de la perredeisacion o el síndrome Juan Bosch.
Cuando se habla de la perredeisacion, es referente a algo intrínseco del PRD desde su propio nacimiento que es la tendencia a la autodestrucción, sin importar la consecuencia.
Es bien sabido, que el Partido Revolucionario Dominicano fue uno de los partidos más fuerte y grande de gran parte de las Américas, hasta que comenzó a desarrollarse en su seno el germen de la discordia.
Esa lucha diabólica y sin sentido, se expandió en todo el partido tornándose incontrolable, no valiendo la intervención de diversos sectores de la sociedad Dominicana con el deseo de que se preservara al gran gigante que se tambaleava amenazado caer.
Los protagonistas de la acción, al fin lograron su objetivo que era la desaparición del tremendo coloso de la política Dominicana.
El PRM hijo abanzado del perredeismo ya ha comenzado a dar denotaciones de su herencia, es por ello que ustedes pueden observar cómo connotados dirigentes realizan unos feroces ataques a su Partido y gobierno, relegando a una tercera posición a los partidos de oposición.
Sobre el síndrome bochiano que hoy comienza a exhibir el PRM, consiste en la autoflagelacion, o sea que portando una solidez firme y una amplia aceptación en el pueblo dominicano, comienzan realizar ciertas torpezas en el ejercicio de sus funciones, las cuales dan paso a la disminución de las posibilidades de mantenerse en el por.
Pero aunque se presume que ese problema que padecen los perremeistas en congénito, se cree que aún están a tiempo para extirpar ese gran tumor de la división.